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sábado, 31 de diciembre de 2011

Carta a una extranjera imaginaria

Recojo estas
palabras del silencio que me abrigan,
en tu
ausencia ; hoy cuando camino
por los
laberintos que habitan las ciudades.
¿Dónde estarás
tú, extranjera, hoy cuando te escribo ?

¡Cómo no
imaginarte, lejana y dulce ;
apasionada y
triste, por las orillas de este río !
Allá estarás tú,
en el extremo de la tierra,
esperando la voz,
ésta que te busca entre las gentes.

No son sólo los
mares los que dan reflejo
a tus cansados
ojos, son también,
los espejismos
que cubren los desiertos.
Siento que los
vientos australes me alargan tu mira.

En tu mansa
cabellera se pierde mi silencio,
hoy cuando llueve
inquietudes en mi pecho,
hoy que llevo mi
cara de triste caminante ;
mas por allá va
una estrella buscando su destino.

Tan lejos están
tus pasos de los míos,
tan lejos tu
mirada de la mía,
tan fundida va la
sombra en la sombra ;
pero los
corazones, envueltos de esperanzas, borran inmensidades.


París 15-09-2005

viernes, 15 de julio de 2011

La LUZ

Más allá del silencio hay una Luz,
Esplendorosa como un canto en la mañana,
Dulce como un sueño más allá del mar,
Bella como la vida que siento en el camino.
Todos buscan esa Luz para alumbrar su casa,
Digo, su vida en el largo caminar.
Yo la encontré en un bosque. Estaba sola,
Entre ramas y espinas que cortaban los senderos.
Cuando la encuentres, protégela, más allá de tu sombra,
Y cuando sople sin cesar el viento,
Abrígala en tus brazos, siéntate a su lado,
Háblale en silencio, ábrele tu corazón.

París 2-7-2011

lunes, 30 de mayo de 2011

Carta abierta y un recuerdo para mi querido Perú

Alárgate humana sombra cuando pasen
las voces de los desgraciados.
Que tu sombra río, humedezca sin temor
la larga cabellera que todos arrastramos.
Y tú, silencio, brota como escarcha con el día.
Llena hombre tu pecho de rayos, no sólo de recuerdos y de olvidos.
Enciende los caminos no sólo de nostalgias,
sino también de cantos que superen tu destino
Que tus ojos, extraño caminante del desierto,
en el polvo no se queden.

Que las noches sean claridades.
Que los días sean colmados de dulces melodías,
no de fúnebres miradas que recorren las ciudades.
Que todo rostro sea amado,
como amadas son las flores de los campos,
como amadas son las estrellas que nos miran en la noche.
Que los frescos prados busquen la mirada de los hombres.
Que los hombres sean buenos
no monumentos corroídos que se mueven.
Que todo sea diferente.
Que el Perú sea de oro
no de mármol y de olvido,
no silencio, mudo, memoria sin recuerdo.
Que las aves vuelvan a volar sin miedo.
Que las orillas de los mares sean cristalinas.
Que los aires sean también cristalinos.
Que las regiones hoy oscuras sean transparentes
Que el humo vuelva a ser humo
Y la ilusión vuelva a la ilusión
Y la esperanza a la esperanza.

París, 27/04/01

jueves, 19 de mayo de 2011

El canto del ruiseñor

Canta ruiseñor las celestes odas de los días,
para atenuar el dolor de los que no han dormido,
aquellos que cruzaron la noche y no han comido,
siendo tú testigo del dolor que de lejos entendías.

Canta ruiseñor en el alba y el crepúsculo,
del tiempo que le cortaron a los niños que nacieron,
heridos por el hambre y el recuerdo de lo que vieron,
entre la frontera de la vida y su dolor mayúsculo.

Canta ruiseñor entre los bosques y la gente,
para que broten otros cantos llenos de esperanza,
por los caminos llenos de dolor que nadie alcanza,
sus pasos ya lejanos que se fueron de repente.

Canta ruiseñor los sueños de la pobre gente,
que aplastada por el viento del olvido,
ya tristes, cansados y sin recuerdo se han ido,
del mundo que pisaron con un sueño diferente.

París 14/5/2011

sábado, 12 de marzo de 2011

Réquiem por las víctimas de las guerras y las catástrofes

Y no comprendemos nada
del ruido y del silencio
que sale del fondo de la tierra,
de la voluntad del hombre
aquel que irriga con la muerte
las casas y los pueblos de los niños,
de aquellos que no veré crecer,
de aquellas madres que dejaron
sus sueños y esperanzas en el fango del dolor,
de aquellos padres que fueron atrapados
por el miedo, por el terror que sus ojos vieron:
el agua y la sangre que embarró sus cuerpos.

Todo ese silencio es un grito amargo,
una cosa que crece como las yedras
entre las flores y los niños.

Que no haya más dolor en este pecho,
no más dolor en la palabra,
no más dolor en el camino,
no más dolor en el sueño,
no más dolor en el la sed y en el hambre.

¡Levántate de la tierra, hermano, amigo,
levántate del polvo ennegrecido,
aléjate del polvo de la muerte,
agárrate del árbol de la vida,
agárrate del amor que hay en el fondo de tu pecho,
no de la oscura palabra,
aquella que siembra sin piedad,
lo que hoy vez con dolor.
Súmate al camino de la Luz,
a éste que pregonan los niños cuando nacen,
el camino de la vida, no de la muerte!

París 12-3-2011

viernes, 21 de enero de 2011

LA MISERICORDIA

A nosotros que perdidos vamos en el tiempo,
Señor, aléjanos del tormento y de los males,
y mañana, cuando el tiempo sea nada,
que haya misericordia en tus ojos.

A nosotros que envuelto de dolor,
caminamos por el mundo solos,
Señor mío, muéstranos la lumbre de tus ojos,
siembra en nuestro cuerpo tu bondad.

A nosotros, que apartados vamos del camino,
Señor mío, arráncanos de la noche para siempre,
y mañana cuando no exista más la noche,
que haya, Dios mío, misericordia en tu mirada.

A nosotros, que arrastrados vamos por los males,
Señor mío, líbranos del tormento frío,
y mañana cuando se acabará el tiempo,
que haya piedad en tu mirada.

Saint Malo 27/5/10