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sábado, 25 de abril de 2009

De: El huerto y el Olvido

Yo no soy otro que yo mismo. No sé si este amanecer me pertenece. Sin cuidado abro la ventana para ver el tiempo que hace afuera. Apenas me siento vivir y continúo, paso a paso hacia donde debe ser posiblemente mi fin o mi destino. Hay un pensamiento que me viene, me posee y me devuelve a la real circunstancia de mis ojos. Palpo mi existencia. La amargura de los días no me cuenta cómo he de saltar, evitar los obstáculos que me esperan. ¿Qué piedra o árbol distinguiré como única señal para encontrarte? Esta sed de tiempo me devora. Estiro mis brazos para alcanzar la rama que me salve y nada. Un día me ausentaré para siempre. Correré hacia los prados, hacia las dunas, hacia los mares. Buscaré el silencio y no lo encontraré. Mirando el alba me perderé en el crepúsculo del tiempo. Me olvidarán las hojas y no me olvidarán las raíces de las hojas. Yo no espero nada, yo no espero a nadie.

6 comentarios:

REEB dijo...

mmm,breve pero preciso.

saludos desde bolivia.

dario manuel

GLORIA DAVILA dijo...

No hay nada nada que no se cumpla, el espacio, el viento, las hojas, las horas y hasta el mismo cielo no nos pertenece, acabaremos yéndonos y a pesar de todo, viviremos en los corazones a quienes hemos llenado de amor

Gloria Dávila

Ana María - Penélope dijo...

Leí tu texto en facebook y decidí entrar a tu blog
me gustan tus notas
esta en especial
Recibe saludos desde Cali
con la brisa de la tarde tibia y brillante
Penélope

Roberto Malasquez dijo...

,,muy bello, palabras que nacen del alma misma..

Wasarry dijo...

Estas palabras alegan ser un interrogatorio detectivesco, un apartado de unas maneras muy ciertas o finalmente espasmos colectivos de las tardes lluviosas de algún espacio de alguna casa; realmente disfruté leyendolo, gracias por compartirlo.

Afectos desde mi basurero.

Anónimo dijo...

Me gustó este texto. De tono existencial, reflexivo, profundo.
Gracias por compartirlo.
Un saludo desde Argentina

Zulma